...demásiadas ideas pasan por mi mente, como para concentrarme en alguna de ellas, no puedo pensar en nada y no por falta de ideas, tengo de sobra (Si alguien quiere, se las regalo) y no sé qué hacer.
No consigo aferrarme a nada, siento la vida como las ideas, una nebulosa de cosas, que por un brillante momento iluminan tu camino pero al instante siguiente te deja a oscuras. Siento que las cosas que más quiero se diluyen entre mis manos. No puedo retener nada, más que por un breve instante, ya sea una noche o un año, todo es pasajero. Y no me acostumbro a esta vida, desde que se derrumbo mi mundo de cristal ya ha pasado tiempo y debería estar acostumbrado, pero cada segundo menos de este camino, me parece demásiado rápido o demásiado lento. Digo cosas que no quiero y quiero cosas que no digo.
Y tan solo me queda avanzar, siempre hacia adelante, guiado por el corazón, mientras voy venciendo uno a uno a los diablos y monstruos de mi vida, siempre con la espada desenvainada, siempre como un lobo solitario, siempre en guardia sin un hogar detrás, mi única vía de salida esta hacia adelante.
Y si caigo en el camino, caeré luchando.
lunes, 6 de octubre de 2008
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