Cuando la soledad es tu única amante en las noches en vela y no tienes a nadie mas a quien amar.
Cuando espero que me devuelvas el corazón que secuestrarte en una fría noche de enero.
Y aquí me quedo yo esperando un hola que nunca me dijiste después del ultimo adiós.
Cuando te canses de jugar con mi negro corazón seguiré esperando en la misma esquina en la que mil horas me vieron pasar, debajo de aquel puente en la que una vez tuviste a bien regalarme un beso.
En la vacía habitación que se llenaba cuando eramos dos, donde me contaste tus sueños, reíste mis miedos y lloraste los tuyos.
Seguiré paseando por las calles donde acabamos una historia antes de empezar a conocernos.
Y guardaré tu vestido hasta que vengas a recuperarlo.
lunes, 20 de julio de 2009
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