Los rayos del sol acarician tu piel mientras te desperezas en la cama, un cuerpo yace al lado del tuyo. Estas cansado, llevas despierto mas de 30 horas, pero lo que menos te apetece es dormir, saboreas cada instante en tu memoria, cada gesto, mirada, caricia todavía arde en tu piel. Y no quieres que el mundo siga adelante, intentas retener las emociones, disfrutarlas un minuto mas, que paren el mundo que yo me bajo.
Pero el mundo no para, sigue adelante como una apisonadora, sin sentimientos, sin prisa pero sin pausa, sigue a su ritmo.
Y ahora ¿Que te deparará el futuro?
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